domingo, 10 de mayo de 2015

I. Am. BATMAN!

Érase una vez que se era un fin de semestre bien ansiado. Los jóvenes trabajadores del SAC 329 desesperaban por disfrutar de un poco de tiempo libre, la vista empezaba a nublárseles al notar que los días parecían no avanzar  para liberarlos y la ingente cantidad de trabajo por hacer crecía cada día. Hasta que, de repente, el hada académica dijo "Hasta aquí hemos llegado" y puso fin a la tortura. Pronto, los estudiantes se encontraron con tanto tiempo libre en sus manos que solo supieron afrontarlo con cerveza, fiesta y desayunos cerdiles, suspendiendo exámenes finales a alumnos descarados y quejándose del calor maquiavélico que los acechaba. Para compensar, eligieron hacer un surtido de planes en escala ascendente de tiempo, dinero y espacio hasta que se dieron cuenta de que, lo más probable es que solo hiciesen uno o dos de cada diez. Y fueron felices y comieron perdices.
FIN.


Obviamente esta es una versión muy simplificada, pero bastante ajustada a la realidad.
Una vez corregidos los exámenes finales, solo queda mirar el verano y decir... ¡puñeta! ¿Qué hago con este tiempo libre? Es por la falta de costumbre, no sé manejarlo. Por ahora, tenemos una barbacoa esta tarde (americanos...) y un viajecito a Coney Island planeado para el miércoles (al que espero que se nos una Mñ, que ya sería pecado estar aquí al lado y no vernos) que incluirá una parada en el Skylight diner donde las tartas tienen el tamaño de bebés recién nacidos. También me veo en la necesidad de reservarme el viernes para trabajar en el cole (...), el sábado para ver cómo se gradúan los que son plenamente libres (... ...) y el domingo para hacer la maleta (JA!), porque la semana que viene empieza la aventura gaditana. Este viaje me genera miedo e ilusión a partes iguales. Hasta Hubert, el coordinador de internacional que es adorable (y whovian), me ha deseado suerte con mis 26 chicas en un autobús. 


Pero no hablemos del futuro, pues me produce inquietud existencial. Hablemos del pasado o, lo que es lo mismo, los dos días que he pasado rodeada de frikis a nivel industrial en la ComicCon de Philly. Puedo decir que he visto cosas de todo tipo estos dos días. He visto cosplays fabulosos (Doctores, Roses, Salad Fingers, Peggy Carters, Harley Quinns...) y otros muy inquietantes (como Sailor Moons, Spidermans o Robins que, sin duda, empezaron a devorar a sus propios hijos hace veinte años pero no han querido abandonar las mallas). He visto actores y actrices súper majetes que sabían disimular su miedo (Katie Cassidy es preciosa, Hayley Atwell es amor, Stephen Amell es amor y un poco bajito, Ben McKenzie es sexy, los gemelos Phelps son MÍOS). He visto al doblador original de Batman subirse a una mesa para gritar "I AM BATMAN! I AM THE NIGHT!" a su público. He visto un barco pirata y el coche del Batman de los 60. He visto la Máquina del Misterio. He visto gente que se dedica a zombieficar peluches. He visto a Son Goku y sus colegas pululando libremente. He visto a los maquilladores de El Hobbit haciendo props a gente indefensa. El gato de Cheshire me ha maullado. El Noveno Doctor me ha investigado la camiseta.
También me he comido un McFlurry.
Lo que quiero decir es que cuando anoche pillé la cama, fui la persona más feliz del mundo. Estaba agotada, estos niveles de frikismo son tan elevados que hay que entrenarse el resto del año para poder soportarlo. Gracias a Odín que yo ya venía con mucho equipado de serie.


El año que viene yo también me hago un cosplay, tengo que empezar a pensar en cosas más frikis de lo habitual y mirar a ver qué me traigo de Oviedo este verano. 
Mientras tanto, la búsqueda de piso continúa, aunque sería más fácil encontrar las Reliquias del a Muerte que una habitación amueblada en algún sitio decente. No entiendo por qué la gente no contesta cuando les escribes, con un "ya hemos alquilao, pasamos de tu culo" sería suficiente para seguir con mi vida, pero no hay manera. Yo, así, no puedo trabajar.
Solo espero no acabar en la calle, que aquí los inviernos son muy duros.
En fin, sus dejo a lo vuestro, estoy muy ocupada viendo Crónicas Vampíricas y flipando en dolby surround. Está claro que Nina Dobrev se va a marchar a lo grande de la serie. 

Besos y abrazos, hoy en general, que estoy de buen humor. 

viernes, 1 de mayo de 2015

¡¡¡LIBERTAAAAAAAAAD!!!

¿Cómo explicar la felicidad que me embarga? Clases terminadas, ejercicios corregidos, ensayos entregados y lecturas finiquitadas. Solo queda un examen que poner y corregir y tres clases con niños que dar (respirar, respirar, a pleno pulmón, creo que ya sabéis todos lo muchísimo que me gustan los niños, ¿a que sí?). Pero podríamos decir que soy libre. Libre y feliz. Libre, feliz y bicolor, porque tengo la marca del pantalón corto en las piernas que parece la Gran Barrera de Coral. Espero que iguale. Además, ahora tengo una amiga jubilada en la terraza, de estas que empiezan a hablarte y ya no hay manera de volver a tu libro, así que cuando baje a tomar el sol tendré tertulia asegurada (¡yo solo quiero leer!).
Bueno, lo importante es que el trabajo ha terminado y empieza la decadencia:


Y la libertad empieza a notarse en forma de ocio, como por ejemplo anoche, en que me metí a ver la actuación de fin de curso del grupo de teatro musical de la universidad (me invitó una de mis alumnas, y es tan adorable que no podría decir que nonunca). Ellas hacían de ellos y ellos de ellas en un popurrí de los números musicales más famosos de Broadway (titularon al espectáculo Broadway Backwards). Al principio no parecía prometer mucho, parecían un poco descoordinados, faltaba escenografía y el sonido flojeaba, pero después de los primeros números de travestismo la cosa mejoró mucho. Creo que me rompí una costilla de tanto reírme, estuvieron brutales. especialmente haciendo el Fabulous de High School Musical 2 (un tipo que podría ser del equipo de fútbol americano haciendo de Sharpay con una camisola rosa me conquistó) y ese último número del Cell Block Tango de Chicago porque, y esto es clave, eligieron conservar el vestuario original.
He visto cosas.

(Soy profesora, por Dios, no puedo ver estas cosas...)

Por otro lado, esta cantidad de tiempo libre hace que traiga loca a J, porque se me ocurren estupideces cada dos por tres y tengo que dejarlas salir. Es un estado natural, ya me conocéis: "Deberíamos irnos a Cancún", "Deberíamos comprarnos un barco"; "Deberíamos volar a Nueva Zelanda"... Esta es la consecuencia directa de pasar el rato hurgando en el twitter de Nina Dobrev y viendo sus viajes de ensueño a paraísos naturales que no son Asturias. Puñetas, quiero tener dinero. Claro que J tampoco ayuda, porque cuando pienso que me he purgado y ya no me queda nada más que decir... entonces me salta con un inesperado "Yo quiero ir a Bora Bora, busca fotos en Google" y el ciclo vuelve a empezar, porque yo no busco fotos, busco vuelos (es una cuestión de principios). Vamos a acabar más chaladas que el chavalín de Whiplash (es que la estoy viendo ahora y está claro que este muchacho no está bien):

(Esta soy yo intentando convencer a J de que nos vayamos a Cancún)

Entonces, como está claro que no nos vamos a ir a Bora Bora (porque está en la Polinesia Francesa, ninguna de nosotras habla francés y además los vuelos cuestan 2500 dólares), tenemos que buscarnos planes más asequibles. Ejemplo número 1: la Comic Con. Estoy totalmente preparada para ver a un montón de frikis disfrazados en el Convention Center y para respirar el mismo aire que Billie Piper y David Tennant, que muy cordialmente hará una parada y un panel provocando así crisis histéricas de decenas de fangirls. Planeo acosarle y robarle la ropa interior, os mantendré informados.

(Si es que son adorables, hay que quererlos)

También sucede algo very important mañana: ¡llega Mariño! Bueno, llega a Nueva York, pero está aquí al lado, como quien dice. Voy a tener que subirme a verle... si es que me obligan a hacer cada cosa... Quizás ese sea el momento de coger una bicicleta para recorrer Central Park, que siempre me quedo a medias viendo el parque. J y A se apuntarán, siempre se apuntan a todo, y me remito al sábado con el club de salsa al que me llevó A. J estaba trabajando duramente, pero vamos, que a las dos les va la marcha más que a un tonto un palo. Mañana saldremos de nuevo, claro, que hay que celebrar el fin de curso aunque sea con dos cervezas y mucho raje (nos encanta rajar). Sin embargo, no tengo mucho de lo que quejarme; la jefa me dijo ayer que últimamente me veía esplendorosa y eso es solo la punta del iceberg, así que dejaré que se purguen las otras dos, que han vivido estresadas últimamente:


Yo me estoy empezando a estresar ahora. Bueno, no a estresarme, a agitarme en general. tengo tantos planes y cosas que hacer este verano que más que vacaciones esto va a ser un trabajo diferente: Cádiz el 18, cuidar de las niñas, subir a Oviedo el 28, volver el 31, Granada el 5, volver el 7, cuidar de las niñas, ver a mi prima surfera, excursión a Tarifa el 19, volver a Philly el 23, buscar piso (que ya he empezado, pero parece misión imposible, amigos), mudarme, trabajar en la clínica de Derecho, irme otra vez a España el 16 de julio, a Asturias el 17, ver a todo el mundo, 10 días de vacaciones con la familia sabe Dios dónde, dos días en Potes con S y M (o eso me han vendido), seguir viendo gente y volver a Philly el 20 de agosto. Es mucho volar en muy poco tiempo.
A todo esto, tengo que sumarle dos cursos de verano online y empezar a preparar el GRE y las solicitudes de doctorado que echar en otoño.
Ya estoy cansada.


(Robb Stark me comprende)

Creo que con esto concluyo. En realidad, hace una semana que actualicé, no es como si tuviese mucho que contaros... Voy a ducharme y adecentarme como un ser humano, a limpiar mi leonera, que hace casi un mes que no la toco, y a ver mucho Embrujadas, porque no tengo vergüenza ni perdón. Juzgadme, me da igual, yo estoy de vacaciones y vosotros NO :)

Besos y abrazos para todos menos para los que les quitáis los pepinillos a las hamburguesas. No sabéis nada de la vida.