viernes, 24 de abril de 2015

Sangre de gallo y cañas con limón

Ayer me ungieron en una secta hispánica. Suena a argumento de Embrujadas, ya lo sé, pero es real como la vida misma. Nos hicieron desfilar (pero sin música, por la falta de presupuesto) con una vela en la mano, encenderla en un cirio gigante, aguantar el discurso de costumbre, ponernos colgajos con los colores de la bandera de España, firmar libros de visitas y cantar el Cara al Sol. Bueno, esto último no, pero habría sido la guinda, ¿no? Al menos nos dieron pincheo, pero sin vino (por lo de la falta de presupuesto otra vez, cabrones...). Fue todo muy emocionante, el tipo que nos dio la charla era súper majo, estábamos todos monísimos de la muerte y yo casi reviento de aguantarme la risa. De hecho, salgo pasándolo fatal en todas las fotos, con lo poco expresiva facialmente hablando que soy yo... Claro que, cuando incluso el cabecilla de la secta tiene problemas para no reírse en mitad de su presentación, pues como que te sientes mucho más justificada. Yo lo que noté fue una grandísima carencia de sacrificios rituales, ¿qué ha pasado con los viejos tiempos en que se necesitaba la sangre de una virgen y eso? ¿Ni destripar una cabra ni nah?

Sectas a mí...



En otro orden de cosas... This is the end, my only friend, the end... ¡Fin de semestre! ¡Aleluya! ¡Libres domingos y domingas! Ejem, perdón. Quiero expresar mi emoción por la llegada de las vacaciones. Gracias, gracias, gracias. No es que trabajar, estudiar y esas cosas de la plebe no sean maravillosas, pero donde esté un buen daiquiri tirada en la terraza tostando al sol, que se quite lo demás. Me estoy convirtiendo en casta, ya lo sé.
Lo único malo de esta recta final es corregir cosas, porque de repente llueven redacciones, exámenes, pruebas orales (que suenan más interesantes de lo que en realidad son) y otros rollos que nunca habríais imaginado. No sé yo si esto de dar clase es tan guay como parecía al principio, Creo que voy a dejarlo, volverme a España y opositar para una plaza en el Ministerio del Tiempo, que me parece que cotiza bastante. Trabajar codo con codo con Rodolfo Sancho me motivaría más que los tés gratis que me ofrece el departamento de español, qué queréis que os diga.
Pero no, la vida no es tan emocionante, y por eso estoy aquí soltando un rollo el viernes por la noche, después de haber hecho la colada, corregido exámenes y comido una hamburguesa, cuando en realidad debería andar por ahí, bebiendo chupitos y bailando encima de las barras de los bares.

Betty White es mi animal espiritual

Esto me lleva a la tercera parte de este soliloquio: Cádiz. Me marcho, nenes, trabajo de verano en la ciudad del amor (para mí cualquier ciudad en la que me den tapas es del amor, que quede claro). Me quedan tres semanas para ir a hacer de niñera de 26 mujeres en efervescencia hormonal, ponerme morena, comerme marrones (que son inevitables, como el viento y la muerte)  y tomarme unas cañas. Terraceo, terraceo. Afortunadamente para mí, mi prima K andará por esos lares y podrá mostrarme las delicias del sur (como buena nativa de Invernalia, para mí esto es como adentrarse entre los Dothraki). Nada será tan sencillo, pero será una buena experiencia. Y así puedo subirme un finde exprés a ver a la familia, que buena falta nos hace tener un cara a cara. Creo que mi madre ya no recuerda mi bello rostro y quizás mi hermana haya acampado en mi cuarto. ¡Se impone una parada para reconquistar mi territorio (y comer un cachopo)!
En realidad, ya estoy a un tiro de piedra de pasarme por los praos (el 17 de julio llego de verdad), pero un pequeño avance no hace mal a nadie (pensad en ello como en el tráiler). Además, les debo a mis padres y mi hermana tantos regalos atrasados que me van a confundir con uno de los camellos de Melchor (y viniendo del sur... bueno, no he dicho nada).



Además, quiero dejar constancia para mis queridas y filológicas S y M de que utilicé vilmente a nuestro fascinante DesEsseintes para rellenar una presentación hace dos semanas. Y gustó. Está claro que el episodio de la tortuga puede conquistar a cualquiera, Desi suele tener ese efecto sobre la gente.
Y, a la vez, es necesario recalcar que S se ha convertido en una SUPERESTRELLA DE LA LITERATURA. Todos los que me estáis leyendo, enrollaos y colaborad extendiendo su palabra, porque nada de lo que ella haga puede ser malo: http://www.trabe.org/llibru.asp?id=2210 
Nunca os pongo deberes, así que no os pongáis pejigueros y haced lo que os digo, que para algo estáis en mi blog. Todos estamos tan TAN orgullosos de ella que daremos el coñazo diariamente con "Las costumbres vacías" hasta que sea tan popular que Pérez Reverte sienta la necesidad de insultarlo. De nada, S.


Con esto os dejo. Seguro que se me quedan cosas en el tintero, pero es que estoy viendo temporadas viejas de Embrujadas y no puedo prestaros más atención. Además, estoy mirando en un mapa a ver dónde acabo mañana, que me voy a ver un piso. El anuncio parecía normal, pero si no escribo nada antes de dos meses, es que eran asesinos en serie y estoy descuartizada en su sótano. Decidle a mis padres que los quiero.
Besos para todos menos para los que no estáis pensando en folixa. Ya es hora.

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