domingo, 15 de febrero de 2015

Love is in the aire

Hola, queridos. Cada vez más larga es la espera antes de que publique nueva entrada, lo sé, pero el ocio es poderoso, el trabajo es abundante y la vagancia es suprema.


Además, he de ser sincera: si actualizo hoy es porque ayer A y J me echaron en cara que hace mucho que no subo nada, y como hoy la máxima son -8º y no pienso salir de casa ni aunque venga Bradley Cooper a sacarme de paseo, pues aprovecho y escribo. Veamos cómo puedo poneros al día sin perder ningún detalle importante en el proceso...

Empezaré por la china que había acampado en mi sofá (este será el título de mi próxima novela). La tipa se ha quedado un mes. UN MES. Un mes de "Este fin de semana ya debería poder volver a mi casa", "Mi casera me ha dicho que unos días más", "El sofá está cogiendo la forma de mi culo"... Claro, chicos, ya llega un punto en que una pierde el zen. Resulta que la china estaba viviendo en una habitación en casa de la que también es su jefa, pero sin contrato para ninguna de las dos cosas (ni el trabajo ni el alquiler), lo que hace que, si la otra quiere echarla de su casa para remodelarla y convertirla en la mansión de los Sims, pueda hacerlo sin represalias. Y yo lo sentí mucho por toda la movida que es para ella, pero es que lo de vivir sin contrato es de idiota de manual. Así que después de que la tipa estuviese un mes apalancada en mi sofá, que parecía un hippy en Sol, tuve que ir a mi compañera de piso y marcarme un Ernesto Sevilla con ET: Tú amiga esta que lleva un mes apalancada en el sofá... ¿no se iba ya? Tanto "mi casa, teléfono"...
Bueno, conseguí que se fuera a darle la turra a otros, pero dos días después llego a casa y me la encuentro en la cocina con el portátil y haciendo llamadas de teléfono buscando un piso nuevo. Y yo digo... Mírala, mientras estuvo aquí acampada no movió un puto dedo por salir de mi casa, pero si la echo entonces se pone las pilas, ¿no? Esto es la leche...


(Bueno, lo de "whore" es excesivo, pero la idea es la misma)

Por otro lado... ¡terminé de echar becas, escribir artículos y llorar sobre una botella de vino! Ahora empiezo el proceso de escribir ensayos para clase, preparar presentaciones y buscar becas que solicitar para cuando acabe el máster. Para los de escritura creativa tengo que escribirles algo original e inédito de 20 páginas donde demuestre un gran talento para la escritura. Me gusta que ante todo no me presionen, piden más para un máster que para ganar el Planeta. No sé por qué, pero estas solicitudes sonaban mejor en mi cabeza. Más que nada porque me voy a dejar una cantidad de pasta, tiempo y esfuerzo en solicitar cosas que va a ser de traca. Cosas de la vida... ¿El lado bueno o silver lining? Que J y yo enloqueceremos juntas y compartiremos celdas contiguas en algún asylum.

Más cosas. Nuevos alumnos. Me gustan, son de nivel intermedio y sonríen como si me entendieran, lo que es encantador y más de lo que hacían los de introductorio. Tengo unos cuantos que saben mucho y otros pocos que están más perdidos que un pulpo en un garaje, pero por lo menos lo intentan. Y luego tengo dos o tres pasotas que van de sobrados y están a dos puntos sobre cien de suspender los exámenes. Son demasiado guays para estudiar, yo lo entiendo, a mí me pasaba, pero por lo menos disimulaba un poco para que el profesor no me cruzase. Tienen menos picardía... Pero no pasa nada, porque este semestre he decidido estar zen a tope, me va a dar igual poner una A que una F, a final de mes seguiré cobrando y en mayo seré libre y feliz, así que ante todo mucha calma. Eso sí, si me estropean el zen, me aseguraré de que tengan tantos deberes que deseen haber entrado a trabajar a McDonalds. Y ya :)


Otra cosa, mariposa: Ágave llega en dos semanas. Nos vamos a ir a Nueva York, nos vamos a convertir en súper ricas y famosas, a vivir una vida llena de glamour y a renegar de nuestro pasado de clase media. Luego tendremos una gran discusión, nos separaremos y entraremos en un periodo de decadencia, y dentro de 20 años anunciaremos nuestro reencuentro y volveremos a ser ricas y famosas. ¿Cómo lo veis?
Bueno, lo que sí es verdad es que viene y que nos vamos a la Gran Manzana, así que ya os contaré cuando nos detengan o lo que sea.


En el mientras, tengo otra historia para vosotros: el amor en los tiempos de whatsapp. Vamos, que love is in the aire. Hace una semana J, C, A y yo presenciamos una propuesta de matrimonio en el campus, todo muy americano, con la rodilla hincada en el suelo, lágrimas, un anillo, una vieja haciendo fotos... Yo, no lo puedo entender, ¿qué tiene de romántico que tu novio te saque de casa a menos tres grados para ir a dar el espectáculo en mitad de un parque? ¿Esto mismo no se lo podía haber preguntado los dos calentitos en casa, tomando leche con galletas y viendo King Kong en la tele? Yo creo que lo de proponer en público solo es una forma de asegurarte de que te digan que sí, porque a ver quién es la guapa que se niega con todo el mundo mirando. Cobardes.

Pero la cosa mejora, porque ayer, pese a que A, J y yo pasamos el día de compras, comiendo en fancy places y bebiendo cócteles antes de las cuatro de la tarde, fue San Valentín, y eso aquí es una cosa muy seria. Podías ver a hombres (porque siempre eran ellos) cargados de flores, globos, bombones, peluches y sabe Dios qué más por la calle. Evidentemente trataban de compensar algo, o no haría falta tanta parafernalia (botella de vino y a encamarse o potrarse, como dice A- todo el fin de semana, ¿a qué tanta tontería?).
En la universidad han hecho lo de los singing Valentines, que significa que el viernes, en mitad de clase, cuatro tíos con pajarita aparecieron y le cantaron una serenata a una de mis alumnas de parte de alguien que la adora. Con todos mirando. Y riendo, claro. Y con ella intentando mimetizarse con el entorno. Muy emocionante todo. Americanos...


Lo que sea, así son las cosas y así se las hemos contado. Seguro que se me están olvidando anécdotas, pero ya vendrán a recordármelas, tranquilos. Ahí os quedáis, que yo me voy a hacer sopa, ver una peli de Isabel Coixet y preparar clases para las dos semanas que quedan antes de las VACACIONES. Son un rayo de esperanza al final del túnel. También debería recoger la colada que tengo secando por toda la casa, más que nada por si viene algún extraño que no se encuentre mi sujetador colgando de ningún sitio...
En fin, besos para todos, un abrazo para los guapos, 50 sombras de Grey para los desesperados y nada para los que ayer mojasteis (os desprecio). Hasta la próxima.

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